presentado por Dirgemoot

13 Principios
del Sendero Wicca

En el 1974, el Concilio Americano de Brujos acordaron sobre 13
principios que marcaban la práctica espiritual del camino espiritual
de la Madre Tierra.

Le escribo desde Boriken, una pequeña perla entre los océanos Atlántico y Caribe que ha sido una hija afortunada y un repositorio del conocimiento del Gran Monte Blanco y guardián de nuestras Tradiciones.

Ya estamos en el Quinto sol que hablaron nuestros abuelos y estamos presenciando las transiciones que las estrellas cantaron con música esférica.

Les comparto un vistazo de los principios de fe del sendero Wicca. Nada opera desde el absoluto y nada compone el todo... solo el todo. Estos principios establecen acuerdos que han prevalecido durante al menos 50 años de tradición y costumbre. Aunque podemos hablar de principios como ideas emblemáticas que nos unen, cabe decir que a menudo hay contradicciones incluso en los mismos puntos básicos que dan vida al orden y la comprensión. Con esto quiero decir que hay seguidores que rechazan uno o varios puntos dentro de estos principios, no obstante, son acuerdos adheridos por la gran mayoría de practicantes de los muchos caminos del Sendero Wicca.

1 - Practicamos ritos que nos sintonizan con los ritmos naturales de las fuerzas de la vida; marcados por las fases de la luna, el calendario solar estacional y el calendario solar tradicional.

El calendario solar estacional simplemente menciona los dos solsticios y equinoccios que marcan el advenimiento de las cuatro estaciones.

El calendario solar tradicional denota cuatro festividades celebradas tradicionalmente. La liturgia tras estas cuatro celebraciones cambia ligeramente entre las diferentes tradiciones Wicca. Algunas tradiciones, principalmente latinas, han añadido la epifanía como una celebración menor, pero al mismo nivel que las del calendario tradicional.

Esta es una manera concisa y simple de marcar nuestra Rueda del Año y resaltar las 8 celebraciones importantes compartidas por muchos en el cosmos Wicca.

2 - Reconocemos que nuestra inteligencia nos confiere una responsabilidad única hacia nuestro entorno. Intentamos vivir en armonía con la naturaleza, contribuyendo al equilibrio ecológico de la vida y al sentido dentro de un concepto evolutivo.

Si bien el término "inteligencia" es relativo y cuestionable cada vez que paso por los prados verdes de mi Borinquen y los veo infestados de basura y desperdicios, reconozco que los seres humanos tienen la capacidad de inteligencia.

El Consejo reconoce que asumimos una posición como administradores de nuestro planeta, responsables de su preservación y evolución. Ser Wicca implica asumir la responsabilidad continua de nuestro entorno.

3 - Reconocemos el acceso profundo a una vasta energía mucho mayor de lo que normalmente es evidente para la persona común. Siendo mucho más amplia de lo que se percibe ordinariamente, a veces se le llama sobrenatural, pero nosotros la reconocemos como el potencial que yace dentro de cada persona.

Hablando de manera simple, todo lo que puede ocurrir es natural, ya que todo lo que puede ocurrir es natural. La energía que muchos llamamos magia es también natural, al igual que el agua, la electricidad y el fuego. Todo ser humano es perceptivo y naturalmente adaptado para lidiar con esta energía.

4 - Concebimos la Energía Creativa en el universo manifestada en polaridad, un concepto similar al masculino y femenino. Esta misma Energía Creativa yace en cada persona, funcionando en armonía uno con el otro, ninguno mayor o menor. No valoramos a uno sobre el otro, sabemos que cada ser es apoyo del otro. Valoramos el sexo como placer, como símbolo y encarnación de la vida, y como una de las fuentes de las energías utilizadas en la práctica mágica y la adoración religiosa.

Aquí nos encontramos con uno de los puntos más difíciles de entender al compararlo con el adoctrinamiento sutil de la religiosidad ortodoxa. Este punto específico indica que vemos a todo lo creado como esencialmente igual y equivalente. De la misma manera, vemos que toda forma de vida tiene polaridad, lo femenino y lo masculino. Incluso las especies de reproducción asexual se manifiestan en estas dos polaridades y, en ocasiones inestables, resumen la práctica de la reproducción sexual. Por eso vemos la manifestación de la Energía Creativa en polaridad.

El acto sexual, como fuente de placer humano, no tiene comparación. Es tan cierto que el cuerpo femenino ha desarrollado un órgano exclusivamente para brindar placer, el clítoris. También mantiene su lugar como elemento ritual dentro de nuestras tradiciones. Entendemos que para algunos puede resultar incómodo pensar en ello, pero ¿qué daño hay en ello? Recuerda nuestra máxima expresión ética, "Sin infligir daño..."

5 - Reconocemos los mundos externos e internos, o psicológicos (a veces conocidos como el mundo espiritual, planos inconscientes, internos colectivos, etc.), y vemos la interacción de estas dimensiones como la base de los fenómenos paranormales y los ejercicios mágicos. No descuidamos una dimensión en favor de la otra, considerándolas necesarias para nuestro desarrollo.

La dualidad de la existencia, mostrada a través de la evidencia subjetiva, se destaca en este principio de creencia. No solo aceptamos la existencia de mundos (o dimensiones) conectados al nuestro, sino que también subrayamos la necesidad de su existencia para la continuación o el desarrollo de la nuestra.

6 - No reconocemos la jerarquía autoritaria. Honramos a quienes enseñan, respetamos a quienes comparten su mayor conocimiento y sabiduría, y reconocemos a aquellos que se entregan valiosamente en el liderazgo.

Seamos honestos, si el mundo fuera así, no habría más guerras. Este principio va en contra de lo que se encuentra en la religiosidad ortodoxa, donde hay personas en el poder y líderes con un poder casi absoluto. El pagano no tiene prelado o ministro que estipule la voluntad divina; eso es asunto suyo.

Cada bruja es sacerdotisa, cada persona es parte de la Divinidad inmanente. Por lo tanto, cuando todos somos parte de Dios, todos somos divinos y dignos del respeto que se le otorga a la divinidad. No hay clasismo ni segregación entre los seguidores de los caminos de la Tierra, y si existe, no es debido a su cercanía a lo Divino.

7 - Vemos la religión, la magia y la sabiduría vital intrínsecamente ligadas a la forma en que percibimos y vivimos en el mundo. Esta es la doctrina y filosofía que identificamos como brujería, el Sendero Wicca.

El mapa no es el territorio. Cada persona experimenta la realidad de manera única.

8 - Llamarse "bruja" no te convierte en bruja; tampoco lo hace únicamente la herencia, ni el almacenamiento de títulos, grados o iniciaciones. La meta de la bruja es dominar dentro de sí misma las fuerzas que hacen posible la vida, para vivir bien, sabiamente y sin dañar a otros en armonía con la naturaleza.

Este principio identifica firmemente a la bruja, dejándonos saber que el simple hecho de que alguien se llame bruja o busque maestro tras maestro o escuela tras escuela no lo convierte en bruja. Hay que identificar a las personas de la misma manera en que se identifican los árboles en el campo: por sus hojas, tallos, crecimiento y frutos.

La bruja busca comprender los componentes de su realidad para establecer un vínculo conectivo con la naturaleza en su búsqueda y así unirse a la Divinidad inmanente en la práctica de una vida consciente.

9 - Afirmamos la vida y su realización plena para continuar nuestra evolución física y desarrollo consciente, dándole significado al Universo conocido y nuestro papel en él.

A diferencia de muchas religiones que buscan una salvación después de la muerte, las creencias de las brujas y sus diversas tradiciones buscan alcanzar la plenitud de la vida.

Aunque existe una creencia predominante en la reencarnación, las tradiciones de las brujas, dentro del paganismo en general, buscan lograr una realización evolutiva en cada encarnación. No es algo trivial tomar una realidad antigua y, dentro de un sincretismo moderno, encontrar una realidad que ha perdurado desde los comienzos de la conciencia humana.

10 - No nos amenazan las discusiones sobre la historia de nuestro arte, los orígenes de varios términos o la legitimidad de los aspectos de varias tradiciones. Nos enfocamos en el presente y el futuro.

He parafraseado levemente este principio para capturar el espíritu que percibo del concilio, a pesar de haber declarado un principio con reflejos de animosidad. Durante siglos, la ortodoxia cristiana identificaba y daba muerte a personas que expresaban principios similares a los que aquí se exponen... Sin embargo, hoy en día también hay religiones en el poder de las naciones o por control cultural que declaran muerte a personas basándose en diferencias religiosas o percepciones de inferioridad sexual por mandato religioso.

11 - Siendo brujas del nuevo mundo, no nos preocupan las discusiones sobre la historia de nuestro arte, los orígenes de varios términos o la legitimidad de los aspectos de varias tradiciones. Nos enfocamos en el presente y el futuro.

He sustituido "americanos" por "del nuevo mundo", aunque el término debería ser equivalente, ya que la frase "americanos" suele hacer referencia únicamente a los ciudadanos del país estadounidense.

Hay mucho debate sobre la veracidad de lo que nos cuenta la historia sobre nuestros antepasados. Estas disputas causan una división evidente entre los seguidores de las diferentes tradiciones de brujas. Aunque difiramos en cuanto a nuestro pasado, nos unimos en nuestro enfoque universal en el presente y el futuro.

12 - Rechazamos el concepto del mal absoluto. No adoramos a ninguna entidad conocida como "Satanás" o "el Diablo" según las definiciones de algunas tradiciones opresivas. No obtenemos nada del sufrimiento de otros, ni aceptamos que la ventaja personal sea el resultado de la negación de otra persona.

Permítanme subrayar firmemente que NO, NO, NO, NO, NO adoramos a ninguna entidad que represente el mal absoluto o parcial. Tampoco somos ingenuos que saltan diciendo "paz y amor para todos porque me gusta el color rosa". Tampoco creemos en la concentración del mal en una entidad o en una realidad absoluta. Nuestro concepto de bien y mal difiere ampliamente de la creencia popular y, por lo tanto, no actuamos en nombre ni en concepto ni en visualización de un concepto maligno.

Hay muchos que buscan llamar diablo a todo lo que no es de su propia creencia, y esto es un fenómeno que no solo ocurre en las tradiciones cristianas, sino también en las islámicas, judías y otras ortodoxas. Esto es triste, ya que ha causado tantas guerras en nuestro pequeño mundo.

La ignorancia es una causa imperdonable de muchos conflictos. En pleno siglo XXI, parece mentira que haya tanta gente que resista el conocimiento en favor de una mentalidad que permite el asesinato de personas por tener un pensamiento diferente.

13 - Debemos buscar en la naturaleza aquello que nos brinda salud y asegura nuestro bienestar. La madre que nos da vida es también quien nos restaura.